
Ya en la década de 1990, Klaus Dammann se planteó la pregunta: ¿cómo es la pista ecuestre perfecta?
Con el desarrollo del sistema Risohorse® de flujo y reflujo, su empresa dio un paso decisivo hacia ese ideal.
El principio de flujo y reflujo se utiliza desde hace mucho tiempo en la horticultura para el riego uniforme de las plantas. ¿Por qué no aplicarlo también a las pistas ecuestres?
La idea consistía en garantizar, mediante un control preciso del llenado y del drenaje, una humedad constante en la capa superior: un factor esencial para unas condiciones de equitación óptimas.
A finales de los años noventa, se construyó la primera pista Risohorse® de flujo y reflujo en las propias instalaciones ecuestres de la empresa.
Con el éxito de este sistema en el mercado alemán e internacional, el objetivo original se mantuvo siempre en el centro: el suelo ecuestre perfecto.
Hasta hoy, Dammann Reitplatz- und Sportplatzbau GmbH sigue trabajando continuamente en el perfeccionamiento del sistema y en la implementación de innovaciones técnicas.

El sistema Risohorse® de flujo y reflujo se basa en un proceso natural que recuerda a las mareas:
durante la “marea baja”, el exceso de humedad se extrae de la arena, permitiendo que se seque,
mientras que durante la “marea alta” se añade agua para humedecerla de nuevo de forma óptima.
Este principio se aplica a su pista ecuestre mediante tecnología de última generación.
La regulación totalmente automática del nivel de humedad garantiza que la superficie de equitación mantenga siempre su estado ideal.
El exceso de agua se drena de manera eficiente, mientras que la humedad evaporada se repone de forma controlada.

Distribución uniforme de la humedad en toda la capa superior.
El suelo permanece siempre firme y seguro.
El exceso de agua se evacua de manera eficaz.
La pista ofrece la combinación ideal entre estabilidad y amortiguación.
El sistema Risohorse® de flujo y reflujo es la solución ideal para una amplia variedad de aplicaciones en el deporte ecuestre.
Ofrece características excepcionales que convencen tanto en el entrenamiento diario como en competiciones de alto nivel.



El sistema Risohorse® de flujo y reflujo se instala directamente sobre el terreno natural y está compuesto por varias capas cuidadosamente equilibradas:
Sobre la superficie preparada se crea una nivelación precisa, recubierta con una lámina impermeable al agua.
Un sistema de tuberías de drenaje se coloca sobre la lámina y se conecta a un pozo de regulación situado fuera de la pista ecuestre.
Se aplica una capa de arena de aproximadamente 30 cm de espesor sobre las tuberías de drenaje y se satura con agua.
El resultado: firmeza, humedad y elasticidad.
Gracias al efecto capilar de la arena, la capa superior absorbe la humedad de las capas inferiores.
Este principio garantiza:
La arena saturada ofrece una base estable y una carga uniforme.
La humedad se distribuye de manera uniforme por toda la capa superior.
El suelo proporciona la mezcla ideal de estabilidad y amortiguación.
El nivel de humedad del suelo se supervisa constantemente.
Un sensor de presión en el pozo de regulación mide la humedad y transmite los datos al sistema de control de la pista.
Este ajusta automáticamente el contenido de agua según las necesidades individuales, garantizando así condiciones de suelo óptimas en todo momento.
Con el sistema Risohorse® de flujo y reflujo obtiene una solución innovadora y sostenible, que garantiza confort, durabilidad y un rendimiento óptimo en la equitación.